Estamos obligados a una adaptación constante, así que tenemos
que estar pegados al terreno, y dedicarle un tiempo a la dirección desde la
trinchera. En el cuartel general se pierden muchos detalles importantes.
Tenemos que desarrollar una preocupación constante por los detalles del mando.
Un sistema: preguntas con micro reuniones de seguimiento (5 min.) enfocadas a
cuatro aspectos importantes:
- Es un
error asumir que todos los mandos van a sacar el máximo provecho en cada
situación. El entorno está cambiando de forma constante. Todo el mundo tiende a
sucumbir a cierta inercia en la forma de hacer las cosas. Si la situación
cambia, debemos cambar y adaptarnos. La presencia física de la dirección es el
mejor antídoto.
- La
dirección debe mantener informada a la gerencia (middle management) de las
últimas innovaciones tácticas y operaciones. Y dar libertad de acción.
- La
dirección se beneficia de tener una visión desde la trinchera. De las
condiciones de trabajo en el día a día. Las ideas, muchas veces surgen de la
toma de contacto con la realidad del día a día.
- Lo
anterior permite que la dirección empatice con las personas de la organización.
Eso si, sin poses ni artificios. Con un espíritu auténtico, constructivo y sin
falsedad.
Un sistema adaptado a la micro gestión resuelve el problema de la escala: A medida que aumenta la escala, los problemas se vuelven más abstractos. En el nivel estratégico se tratan problemas y objetivos a gran escala y por lo tanto de forma algo difusa y abstracta.
Son los niveles operacional
y táctico los que tienen que administrar variables aleatorias en tiempo real.
Por lo tanto, deben tener margen de maniobra y libertad de acción (sin perder
de vista el objetivo) a partir de ahí, el sistema de mando y control debe
escalar de forma inversa para permitir que el sistema en su conjunto se adapte
y los niveles de estrategia estén informados.
Una pequeña variable mal
gestionada en los niveles operacional o táctico puede destrozar una estrategia
completa (y la empresa que la sustenta). Puede convertirse en un cisnaco negro
de libro. Y, al contrario, una oportunidad que parece de forma inesperada puede
ser explotada con grandes resultados. Esla forma de gestionar la asimetría del
entorno.
Para que quede más claro aún: el subsistema dirección general no debe interferir en el día a día de la toma de decisiones tácticas y operativas..