Leo en este blog, el caso de las mujeres de Erakulapally. De como para sobrevivir cambian sus monocultivos de corte industrial, introducidos con la revolución verde de los años setenta, por otro sistema ancestral.
El monocultivo genera fragilidad en forma de epidemias, agotamiento de suelo, sequías o inundaciones… En resumen, es muy sensible a qué si no se dan las condiciones esperadas, la cosa no funcione.
Es el esquema típico de modelo industrial que puede funcionar bien, pero solo durante un tiempo. Es un esquema poco sostenible, que solo genera una opción. Es el esquema ridículo que piensa que siempre se tienen que dar las condiciones que nosotros definimos para el futuro. Son esos gestores que están convencidos que la realidad va a funcionar según sus elaborados e ilusorios planes de negocio e impecables hojas de calculo.
El monocultivo es una empresa dependiente de un solo producto o servicio, o de unos pocos. Es no tener un sistema de exploración ( i+D ¿?) que permita la generación de opciones constantes.
Las mujeres de Rakulapally después de arruinar sus aldeas a base de monocultivos, han vuelto a jugar con el azar de forma ancestral e intuitiva, siembran una gran variedad de plantas, con características diferentes, de tal forma que pase lo que pase, y haga el tiempo que haga, se aseguran una cosecha mínima de subsistencia. Este ejemplo muestra como la forma intensiva de hacer las cosas que impone el modelo industrial/financiero clásico tiene muy poco recorrido. Ya que va acumulando riesgos año tras año. Hasta que estalla es un espectacular castillo de fuegos artificiales en forma de cisnes negros.