Un nuevo proyecto empresarial lo conforma una estructura, que a su vez conforma un sistema. El objetivo de este sistema es servir al mercado alguna solución en forma de producto o servicio que sea capaz de generar una rentabilidad. Y para llegar a conseguir este objetivo debe adaptarse de forma constante al medio (regulaciones, impuestos, gustos y necesidades cambiantes de clientes, bandazos del sistema económico….) por lo que tienen que desarrollar su capacidad de aprendizaje. En resumen, adaptación implica aprendizaje. Si el sistema no es capaz de aprender o no lo hace al ritmo adecuado, fracasará.
Pero el aprendizaje sistémico derivado del intento de adaptarse al entorno tiene una limitación. La aparición de un suceso inesperado de alto impacto, ante lo que ese conocimiento se vuelve irrelevante. La única forma de adaptación es el conocimiento previo de que estos sucesos, aunque improbables pueden ocurrir. Es una adaptación de tipo preventivo:
- Creación de redundancias
- Rentabilidad sostenida (la redundancia implica una merma de esto)
- No deuda, que de forma similar a la redundancia puede dar la sensación de perder oportunidades por no tener el suficiente capital.
- Posibilidad de quedar en modo espera en poco tiempo.
La única forma de adaptación es creando redundancias, estar preparado para entrar en hibernación, en modo latente.
Adaptarse según la RAE
- Acomodar, ajustar algo a otra cosa.
- Hacer que un objeto o mecanismo desempeñe funciones distintas de aquellas para las que fue construido.
- Modificar una obra científica, literaria, musical, etc., para que pueda difundirse entre público distinto de aquel al cual iba destinada o darle una forma diferente de la original.
- Dicho de una persona: Acomodarse, avenirse a diversas circunstancias, condiciones, etc.
- Dicho de un ser vivo: Acomodarse a las condiciones de su entorno.
Existe una forma de intentar evitar el día del juicio final. Estar preparado para adaptarse a lo que pueda venir. Y si es posible, además, sacar alguna ventaja.
Lo que nos puede salvar es una nueva forma de enfocar y hacer las cosas sustentada en nuevos modelos de negocio, a su vez sustentados en el conocimiento y la gestión de la incertidumbre.
El esfuerzo lo debemos poner en tener una estructura preparada para responder al mercado sin tener que ir demasiado por delante. Ir demasiado por delante presupone que sabes lo que el mercado va a querer y demandar, y eso es misión casi imposible. Es mejor estar preparado para detectar y adaptarse de forma rápida a una demanda siempre cambiante y caprichosa. Si estás pensando en casos de éxito como el de la manzana, no te engañes. No estas viendo el cementerio, es decir, las miles de cosas que no han funcionado, y que dejan de existir. Muchas ni siquiera llegamos a conocerlas. Solo un % ínfimo de innovaciones realmente funcionan.
Entender nuestro grado de fragilidad es fundamental. Pero lo veremos a la vuelta del verano. Durante Julio y Agosto os dejo descansar. Nos vemos en septiembre.