Nos desenvolvemos en un entorno que no deja de vomitar información (lo que creemos que es información). Y además tenemos la falsa ilusión de que esto nos mantiene informados, cuando lo que hace es mantenernos saturados y aturdidos.
Te invito a una prueba: pasa un día entero sin exponerte a ningún medio de comunicación (no leas periódicos, no escuches, ni veas tv, radio, internet…) veras como al final del día, tu vida continúa sin el mínimo cambio. De hecho notaras como te vas a la cama muchísimo más tranquilo y relajado. La razón es que el 99,99% de los impactos de noticias que recibes son irrelevantes para tu vida, puro ruido.
No nos damos cuenta que el sistema de medios de comunicación es un sistema más de entretenimiento, que lucha por captar cuota de atención para incrementar sus audiencias y poder seguir viviendo de la publicidad. Y lo hace a base de saturarnos de ruido, de saturar nuestra atención.
Las personas que están pendientes y obsesionadas por las mínimas fluctuaciones de su entorno terminan por agotarse. Sufren una exposición constante a toda una serie de altibajos de tipo positivo y negativo que termina por aturdirles y hacerles perder el rumbo.
La persona que revisa todos los días la cotización de sus acciones o fondos donde tiene invertido su dinero, el responsable de ventas que revisa cada día las ventas realizadas por sus vendedores, los directores o directivos que exigen diariamente explicaciones e informes, se someten a unos inútiles niveles de estrés producidos por altos niveles de ruido. Y muchas veces autogenerado (hay que ser tonto).
Escribes y publicas un libro: si te pusieras a vigilar cada una de las librerías donde se vende, y además a cada persona que lo toma en sus manos para ojearlo, te volverías loco. No podrías soportar el estrés que te causaría el ver a un montón de personas cogiendo el libro y pensando si dejarlo o irse a la caja con él. A cambio de esto, lo que pactas con el editor, es que solo te informe del número de ejemplares vendidos junto con la liquidación de las regalías (los derechos de autor) una vez al año. Es más sano para el equilibrio mental de todos.
Debemos ser capaces de determinar que intervalo de tiempo es el adecuado para cada cosa. En el ejemplo anterior se ha determinado que el intervalo de tiempo para conocer el rendimiento de este libro es un año. Esto cambia de forma radical mi experiencia sobre la situación de las ventas del libro.
La información es una respuesta exacta a una pregunta concreta. La pregunta debe ser relevante para la actividad de cada uno, para su vida. Todo lo demás es ruido, ingentes cantidades de datos sin sentido por todos lados. Como resumen, debemos tener en cuenta que los períodos cortos de tiempo (cuando son innecesarios) tienen la propiedad de amplificar el efecto del ruido.