“En un cambio sistémico, no cambia el decorado, cambia el teatro completo.”
Santiago Niño Becerra
Lo único que va a funcionar son negocios megasuperajustados a la demanda (a la realidad) de su mercado/segmento. Es decir sistemas completamente adaptados a su entorno. Eso implica:
Deuda: Cero, o ínfima y/o tendiendo a cero. Un negocio megasuperajustado a demanda, no necesita financiación externa. Se financia por si mismo atendiendo las necesidades de sus mercados, y gestionando su cashflow..
Rentabilidad: Sana. No solo debe dar beneficios, sino generar una rentabilidad adecuada. La rentabilidad hay que mirarla respecto al tipo de interés que exista en el sistema: la que imponen los bancos centrales. La rentabilidad que los inversores esperan obtener. Si la rentabilidad es inferior a la que ofrece el sistema de tipos de interés, los inversores preferirán guardar sus ahorros en una cuenta bancaria sin incurrir en riesgos.
Beneficio: un negocio que no genera beneficios no es un negocio. Puede que un año no genere beneficios o incluso genere alguna perdida, pero eso no tiene que ser relevante si existen reservas que puedan soportar esos quebrantos puntuales. El beneficio es una variable (y como tal varia con el tiempo, un año será mayor y otro año menor…) de largo plazo.
Falacia habitual sobre el beneficio: necesitamos quemar mucha pasta para comenzar a dar resultados. Bueno, eso dependerá del nivel de ventas, el tipo de productos, los márgenes que estés generando, y los segmentos de mercado que te estén comprando. Si de verdad todo funciona, deberías estar dando beneficio aunque te lo comas, en seguir invirtiendo. El beneficio puede llegar un poco más tarde. Pero poco….
Crédito: en el panorama actual y en el futuro que se dibuja, el crédito será escaso, caro, y para unos elegidos. Los proyectos tienen que nacer y defenderse sin crédito y con unas aportaciones de capital ajustadas a conseguir autofinanciación en plazos de tiempo pequeños.
Costes: Tanto fijos como variables, ajustados en cada momento a las necesidades puntuales, si tienes capacidad de incrementarlos o suprimirlos de forma dinámica. Si los mercados son dinámicos y cambiantes, nuestras estructuras de funcionamiento también deben serlo. Las estructuras rígidas, que suponen los costes fijos han perdido mucho de su sentido, salvo para asegurar procesos y procedimientos críticos del proyecto.